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La microbiota humana se resiste a los cambios


  • Todas las regiones del cuerpo humano en contacto con el exterior están habitadas por comunidades microbianas. El tracto digestivo es una de las regiones con mayor abundancia y diversidad de microorganismos localizados principalmente en la boca y el intestino grueso. La acción concertada de diferentes enzimas salivares, epiteliales y/o bacterianas presentes en la boca inician la digestión de los componentes de la dieta y permiten el desarrollo de las bacterias a partir de la saliva y el mucus como fuente de nutrientes. En el intestino, la microbiota participa activamente en el metabolismo de compuestos no digestibles por nuestras enzimas, en la síntesis de vitaminas, en la protección frente a patógenos y en la estimulación del sistema inmune y neurológico. En ambas partes del cuerpo, la microbiota es necesaria para la homeostasis y el mantenimiento de nuestra salud.

    Diversos factores externos relacionados con el estilo de vida influyen en la composición y funcionalidad de la microbiota y la dieta es uno de los más importantes. Sin embargo, no es fácil cambiar la composición de la microbiota en un adulto sano, al menos de forma estable. Aunque puedan observarse cambios inmediatos como respuesta a cambios en la dieta o ingestión de determinadas sustancias, la microbiota es bastante estable y resiliente a los cambios y la tendencia natural es la de volver a la situación inicial. Es decir la microbiota de un individuo adulto sin enfermedad aparente contribuye de forma estable a mantener la homeostasis y el estado de salud de ese individuo a pesar de cambios en la dieta, siempre que éstos no se prolonguen en exceso en el tiempo.

    La estabilidad de la microbiota de la saliva se ha comprobado en experimentos de intervención nutricional realizados por el Grupo sobre población adulta sana sometida a ingesta regular de polifenoles durante cuatro semanas (para más información, ver Barroso et al., 2015). Además, análisis metagenómico de la microbiota en heces de esos individuos, mostró un perfil bastante estable que solo mostraba diferencias en grupos microbianos minoritarios relacionados con el metabolismo de polifenoles.

    Barroso, E., Martín V., Martínez-Cuesta, M.C, Peláez, C., Requena, T. Stability of saliva microbiota during moderate consumption of red wine. Archives Oral Biology. 60:1763-1768.2015.

    Si quieres saber más sobre microbiota intestinal: CLICK AQUI (VIDEO)


    Microbiota de la saliva. Perfiles PCR–DGGE de ADN de saliva de ocho individuos antes (b) y después (a) de la ingesta de polifenoles durante cuatro semanas. Especies de Bifidobacterium (A) y Streptococcus (B).


    Metagenómica de microbiota intestinal. Frecuencias relativas de filotipos bacterianos en la microbiota de las heces de individuos con baja, moderada y elevada capacidad de metabolizar polifenoles. Antes (b) y después (a) de la ingesta de polifenoles durante cuatro semanas.

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